Caminadora | A la amiga que se fue
Por: Alejandro Ortiz Tapia
Canción triste aquí (para leer este post en el mood correcto) ➡️ LINK
¿Qué onda wey?
Una de mis fotos favoritas de todas las medallas que llevaba hasta ese momento y de mi antigüa caminadora
El post esta vez sera de una naturaleza nostálgica. Después de más de una década de leal servicio, he tenido que despedirme de mi querida caminadora. Es un momento agridulce y una oportunidad para reflexionar sobre los recuerdos y experiencias que hemos compartido a lo largo de los años. Han sido un montón de kilómetros y maratones que hemos compartido… ¡chale! 😢
Hace poco más de 10 años, compré mi primer caminadora con la esperanza de mejorar mi condición física y sabía que tener una caminadora en casa sería clave para lograr mis objetivos (por lo menos pondría la presión de que ya gaste invertí en algo). Desde entonces, hemos recorrido miles de kilómetros juntos, celebrado victorias y, sobre todo, disfrutado del placer de correr.
Hace unas semanas, comencé a notar algo extraño mientras corría. Había una zona en la cinta donde me hundía ligeramente al pisar. Al examinarla más de cerca, descubrí una pequeña grieta en la base por debajo de la banda. Supe en ese momento que mi caminadora, después de años de uso constante, estaba llegando al final de su vida útil. Fue una revelación agridulce, ya que, aunque estaba triste por despedirme de mi vieja amiga, también sabía que era el momento de actualizar el equipo de entrenamiento.
Desde las carreras matutinas para comenzar el día con energía, hasta las largas sesiones (creo que llegué a correr hasta por 3 horas seguidas) de cardio mientras veía mis series y películas favoritas. En los días de lluvia, cuando salir a correr al aire libre no era una opción, y en los días de invierno, cuando las temperaturas eran demasiado bajas para salir. Ha sido una constante en mi vida, ayudándome a mantenerme en forma y saludable… ¡Gracias!, querida caminadora, por todos estos años de compañía y apoyo. Gracias por estar ahí en cada paso del camino, literalmente. Aunque es hora de despedirnos, siempre recordaré con cariño los momentos que compartimos. Tu reemplazo tiene unos zapatos grandes que llenar.
Ya crearé un post sobre las especificaciones técnicas de la nueva y la que reemplazaré con mi opinión y trataré de omitir el desmadre que es subir y bajar estos aparatos por escaleras.
Con gratitud y un toque de nostalgia, ¡no dejen salir a correr!
🏃🏻♂️💨