Por: Alejandro Ortiz Tapia
Domingo 7am.
Me levanto y aún siento como mis pulmones están llenos de secreciones, me duele un poco la cabeza (pero mucho menos que ayer). Hoy tengo que hacer uno de mis últimos entrenamientos para mi maratón que será en menos de 3 semanas. Y la última semana ha estado llena de contratiempos: me lastimé la espalda y un día después me comencé a enfermar de la garganta. Lo “bueno” es que pude salir a correr casi diario y solo interrumpí mi entrenamiento un día (Viernes).
Preparo mi café con mi pan tostado que religiosamente es parte de mi rutina - y dieta- diaria.
No tengo idea cuántas millas me tocan correr hoy ¿18, 19 o 20?… da igual, tengo que estar listo. Edito mi playlist para el maratón añadiendo un par de canciones que he tenido atoradas en la cabeza.
** TOCAN LA PUERTA**
30 minutos después regreso a mi rutina y comienzo a escribir este post. Hubo algo que me motivó a hacerlo. Me dejó cuestionándome sobre mi religión. ¿Quiénes tocaron la puerta? Eran los testigos de Jehová. Y no es que me “convencieron” a convertirme a alguna doctrina. Simplemente que me fascina escuchar a las personas que entregan sus días para tratar de propagar la palabra de su Dios, sea cual sea la religión.
Lo interesante de esta ocasión es que traían a muchos niños que leían una parte de la biblia y te deseaban los buenos días. Al comenzar a rezar una de las personas me pregunto que si tenían alguna religión o que sí destinaba tiempo de mi día para meditar, para cuestionarme sobre las cosas importantes de mi vida. Contesté que crecí siendo católico, bautizado, confirmado y comulgado; también en algún punto de mi vida quise ser sacerdote salesiano porque los consideraba cool 😎…
Les dije que ya no iba a la iglesia pero si dedicaba mucho tiempo para meditar y en especial los Domingos eran mi día especial. Supongo que correr es mi religión les dije.
Rezamos, me desearon muy buenos días y nos despedimos cordialmente.
Cuando regrese a mi computadora me di cuenta que era la primer vez aceptaba públicamente que correr es mi religión.
Me pongo mis shorts, calcetas, playera y tennis. Preparo mi agua y geles para el camino. Mi música está lista.
El hashtag #ChurchOfTheSundayLongRun lo he utilizando muchísimas veces pero esta vez tiene un nuevo significado para mí.
No olviden salir a correr!
🌶🇲🇽🏃🏻♂️