Por: Alejandro Ortiz Tapia

¿Qué onda wey?

Finalmente llegó el día del medio maratón y por lo visto, creo que se me está haciendo muy mala costumbre llegar a estas carreras muy mal preparado, sobre todo por mi entrenamiento que hice un par de semanas (21km) y me dejó un muy mal sabor de boca (aquí está el 👉 post sobre ese día).

Si bien mi condición física (según los datos) no era la mejor en muchísimo tiempo, la verdad es que mi batería interna ❤️ se había cargado esa semana: Mi familia estaba de visita porque la semana anterior habíamos bautizado a Stella ⭐️ y eso me habia permitido llenarme de esa energía que sólo tu familia te puede ofrecer. Llegaba al inicio de la carrera con una sonrisa enorme; el día anterior nos (mi familia y yo) habiamos ido a ver un partido de los Nationals a D.C. - Los Nats celebraban ese día el aniversario número 5 de haberse convertido en campeones y los primeros 20 mil aficionados les regalarían una copia del anillo de campeón. Yo pensé que todo el tiempo en el estadio, más las chelas y margaritas me iba a mermar mi ya jodido estado físico… pero algunas veces debes decir “solo se vive una vez” (YOLO), y al final los Nationals nos regalaron una victoria en extra-innings a mano de Mexicano Joey Meneses ⚾️🇲🇽, esa sonrisa con la estaba dispuesto a empezar la carrera valía mucho la pena.

De alguna manera Manu (el neng) 🧔🏻‍♂️ y yo convencimos a Genaro 🧔🏻‍♀️ (Mr. Shin-splints) de correr su primer medio maratón, después de que hace un año nos dejo plantados el muy mamón, así que muy temprano pasé por Genaro a su casa para dirigirnos a la carrera con la incertidumbre de si el neng se iba a parecer - porque el muy cabrón nos estuvo enviando videos echando la fiesta en un partybus como si tuviera 20 años la noche anterior cerca de la media noche, yo estaba seguro de que no se iba a aparecer…

La carrera comenzaría a las 7:30am ⏰ y llegamos con suficiente tiempo para poder recoger nuestro número, playera y la bolsita de regalos que te dan (la famosa goodiebag de las carreras). Ya cuando nos estábamos preparando para iniciar la carrera fue cuando recibí la primera señal de vida del neng: “Dónde están mamones?” 👏 🎉

Una vez que nos encontramos en la pista de atletismo, que sería el inicio y el final de la carrera, cuando todos los nervios que tenía y mis pensamientos negativos sobre mi forma física se fueron al carajo y sólo me concentré en toda la energía positiva que ahora sentía. ¡A empezar a correr! 🏃🏻‍♂️🏃🏻 🏃🏻

No teníamos ningún plan de mantenernos juntos durante la carrera así que nadie sentía esa obligación de quedarse ‘en manada’ por lo que muy temprano durante la carrera empecé a acelerar el ritmo porque era buena poner en prueba mi tan “jodido” estado físico… las primeras millas eran de prueba para encontrar un ritmo que me sentara bien pero siempre hago las mismas pendejadas cometo los mismos errores:

✅ Demasiadas capas de ropa (mucha ropa! mucha ropa!)
✅ Over-heating (gracias a la chamarra que me puse de más)
✅ No planeé tomar agua ni llevaba gummies (de electrolitos)
✅ Crasheé después de la milla 10 por falta de electrolitos

Creo que basado en esta experiencia no he aprendido (o soy demasiado pendejo testarudo) mucho en cuanto se refiere a las carreras, siempre termino “tropezando con la misma piedra”, pero ¡hey! aún así con todas esas pendejadas zonas de oportunidad gané el segundo lugar en mi grupo de edad y quedé dentro de los primeros 15 lugares… NOT BAD! para un pinchi viejito en mala forma ¿¡eh!? Toma eso Strava, tú y tus datos que me hicieron sentir mal. ✊🏼

Aquí les dejo un montón de fotos de la carrera, donde se puede ver mi cara de total felicidad al ver la meta y saber que mi familia estaría ahí. Es ese momento en el que uno se da cuenta que ya ganó todas las pinches carreras de esta vida.