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Shamrock Maraton: Mi primer DNF (Did Not Finish)

Por: Alejandro Ortiz Tapia

El día de ayer es el día que más he llorado este año y poco tiene que ver con el hecho de que tuve que abandonar el maratón.

Decidir que no podría terminar con la carrera fue un poco dificil y me costó tratar de convencerme. No me rindo tan facilmente y puedo ser bastante testarudo a veces pero esta vez era evidente que me estaba costando mucho poder seguir después de haberme torcido el tobillo por la milla 15. El clima fue el más grande reto que tuve durante toda la carrera: lluvia, aguanieve, vientos bastante fuertes. Los dedos de las manos los tenía entumidos y no los podía doblar.

Fue entonces cuando decidí dar vuelta durante la carrera y regresar a la meta que estaba a 1.5 millas de distancia. Traté de sacar mi telefono para llamar a Hannah que habia terminado el medio maraton un par de horas antes (el medio maratón empezó a las 7am y el maratón a las 8:30am) y avisarle que no podía más, que estaba abortando la misión.

Bastó muy poco tiempo parado para que mi cuerpo sintiera el frío real de la mañana, porque corriendo no lo resientes tanto. Traté de poner mi celular en la bolsa de mi chamarra y de repente sentí como las cosas que iba cargando (geles, gomas, lentes y celular) cayeron en medio de la lluvia y los charcos de agua. Trataba de poder recoger el celular pero lo congelado de las manos no me permitia poder levantarlo. Así de miserable fue este punto en el maratón y comprobé que las leyes de Murphy te pueden golpear de sopete. No sé como llegué a la meta y seguí corriendo hasta llegar al hotel y poder recuperar el calor del cuerpo. Estaba empapado. Me sentía como una falla total.

Después del milagroso baño que me ayudó a recuperarme. Hicimos check out en el hotel y fuimos a la fiesta post carrera que tendría comida (Irish Stew) y cervezas gratis (el evento es patrocinado por Yuengling). Fue ahí mientras escuchaba la banda de musica tocar cuando mi mamá me avisó a traves de un mensaje que nuestro vecino (en México) había tenido un incidente. Al parecer había sufrido un paro cardíaco y le fueron a pedir ayuda a mi mamá y hermana (ambas son enfermeras). Hicieron lo que pudieron para tratar de resucitarlo pero finalmente murió enfrente de sus ojos. La ambulancia llegó pero ya era muy tarde.

Fue justamente ahí cuando mi "tristeza" por no poder terminar otro maratón tomó una proporción real. Lloré porque ese vecino fue muy importante para mi familia y para mí en particular:
Yo no crecí con una figura paterna cercana pues mi papá se encontraba a miles del kilometros trabajando en Oregon mientras mi mamá nos criaba en el DF. Los vecinos ayudaron mucho a mi mamá no sólo conmigo sino con mis hermanos. A mi me cuidaban por la mañana y me llevaban a la escuela (kinder). Pasaba tanto tiempo con ellos como con mi propia familia. Mi nombre código dentro de esa familia era: "El chapulin colorado" y es que estaba tan traumado durante esa época con la serie de Chespirito que siempre los forzaba a decir: "¿Y ahora quien podrá ayudarme?" mientras me escondía debajo de la mesa esperando a salir brincando: "Yo. El chapulin colorado, no contaban con mi astucia". No recuerdo alguna vez que se hayan negado a hacerlo. Ellos contribuieron a que yo tuviera una infancia sumamente feliz a pesar de que estábamos bien fregados (económicamente).

Mientras escuchaba la música recordaba todos los momentos que viví junto a ellos, recordando que tuve la oportunidad de verlo el año pasado durante mi viaje a México. Y el gusto que me dió verlo. Ya no me importaba la carrera.

Descanse en paz Sr. Jorge Barrera

Corriendo de nuevo

Segunda oportunidad